El 9 de julio de 2024, Brigitta empacó una mochila más grande, incluyendo un pequeño botiquín de primeros auxilios. El destino de este día era Allmenalp, al que se puede llegar en teleférico desde Kandersteg. El recorrido ofrece una vista excelente de Kandersteg, el Kandertal y la empinada pared rocosa por la que serpentea la vía ferrata.

En menos de vente minutos llegamos a Allmenalp y nos encontramos frente a un acogedor restaurante de montaña que nos dio ganas de parar. Pero acabábamos de desayunar y todavía era demasiado temprano para tomar una copa de vino blanco. Así que cogimos nuestros bastones de senderismo y nos pusimos en marcha.

Los primeros diez minutos fueron una subida empinada; resoplé como una locomotora de vapor. Cruzamos un arroyo burbujeante y seguimos la ruta de senderismo, que nos llevó suavemente cuesta abajo a través de bosques fragantes y prados alpinos llenos de harmosas flores. Frente a nosotros se alzaba en el cielo azul profundo el Altels, de 3.630 metros de altura, con su pico en forma de pirámide: ¡qué espectáculo!

Una hora más tarde llegamos al restaurante de montaña Lohner. Ya era hora de un largo descanso antes de regresar al valle hacia Kandersteg.

PS: Si quieres saber más sobre la vía ferrata, lee aquí.