Qué sorpresa cuando miramos por la ventana el 19 de septiembre de 2024. El agua goteaba de una espesa niebla. Para alegría de Marius, el dueño de esta finca, que espera que llueva. Y si gotea de la niebla, ¡mucho mejor!

Desayunamos en el albergue y luego actualizamos las publicaciones de los últimos días para volver a estar actualizados con nuestros informes de viaje. Después de tres horas terminamos el trabajo y mientras tanto el sol había disipado la niebla y el cielo estaba azul brillante. Marius estaba listo con su buggy y con otra pareja de Windhoek emprendimos el recorrido por la granja. Desde que aquí ya no pastan cabras y ovejas, la naturaleza se ha recuperado.

Lo que vimos esa tarde fue único. Marius parecía conocer cada planta y cada arbusto. Seguimos bajándonos del buggy para observar de cerca flores y plantas. Fue una tarde que los botánicos habrían envidiado. En el campamento principal en el cañón dimos la vuelta y condujimos rápidamente de regreso a la granja. ¡Fue una tarde inolvidable!

 PS: Si quieres saber más sobre la finca, lee aquí.