El 19 de enero de 2025 fuimos a jugar golf a las 8 de la mañana. Estábamos solos en el campo, aparte de los springboks y sus crías. Qué bonita verlos dando sus primeros saltos. (Lo hacen unas horas después de nacer; ¡los niños humanos tardan mucho más en dar sus primeros saltos!)

Caminábamos con nuestros carritos hacia las bolas que estaban en el fairway. En el césped no sólo estaban las pelotas, sino también un joven y más débil erizo. Brigitta lo agarró con cuidado, lo colocó debajo de una palmera y lo cubrió con hojas. (El plan era que después del partido de golf lo recogiéramos allí y lo lleváramos a casa con nosotros).

Así sucedió. Brigitta envolvió al joven erizo, al que bautizado Spiky, en un paño y lo colocó sobre una bolsa de agua caliente. Luego le dieron comida para gatos, que comió en poco tiempo. Brigitta sólo se dio cuenta de que Spiky, como todos los erizos, es nocturno cuando escapó de su caja. Se despertó cuando escuchó a Spiky caer al suelo y luego lo encontró gateando en el baño. Brigitta ahora le ha creado un nuevo hogar. ¡Uno en el que pueda esconderse, pero tampoco escapar!

PS: Si quieres saber más sobre estas criaturas espinosas, lee aquí.