Sigi y Molly, nuestras vecinas, conocen los alrededores de Swakopmund como la palma de su mano. No es de extrañar, ya que viven en esta zona desde hace diez años. Entre otras cosas, también conocen el valle por el que discurre el Khan, al menos cuando llueve mucho. Al igual que el Swakop, el Khan es un río seco que sólo fluye después de fuertes lluvias. No hizo eso cuando planeamos nuestro viaje de dos días al Valle Khan.

Ya habíamos empacado nuestro carro el día antes de la salida. Lo más importante en una excursión como este son, por este orden: cerveza, vino, leña y carne para el braai. Pero por supuesto habíamos empacado todo lo necesario para un buen desayuno. Para nosotros esto significa muesli, yogur, zumo y leche para un Ovaltine, mientras que Sigi y Molli prefieren salchichas, huevos, queso y pan.

Seguimos a los dos en su Toyota. Después de media hora de conducción sobre asfalto, tomamos un camino de arena. Media hora más tarde estábamos en un valle lateral del Khan, bajo un nudoso árbol de espinas de camello que tenía hojas a pesar de la sequedad. A última hora de la tarde el cielo empezó a cubrirse de nubes. Parecía lluvia, pero no cayó. Un poco más tarde aparecieron dos hermosos arcoíris: ¡así llamamos a este lugar! Excepto por unas gotas, permaneció seco. Eso fue bueno para nuestros dos compañeros, que duermen afuera sobre Pad Rolls (Swags).

Pasamos dos noches en este hermoso lugar, nos sentamos alrededor de la fogata por la noche y contemplamos el cielo estrellado. Durante el día chismorreábamos y jugábamos; Brigitta incluso había guardado las bolas de petanca…

PS: Si quieres saber más sobre padrolls, lee aquí.