Cuando Brigitta miró el termómetro en el coche la mañana del 24 de septiembre de 2024, ¡la temperatura interior marcaba -1,5 °C y la temperatura exterior – 6,9 °C! Brrrhhhh – hacía frío y viento y decidimos desayunar adentro por una vez. El muesli y el café sabían mucho mejor aquí.

A las 9:30 nos dirigimos al observatorio cercano, situado a más de 1.800 metros. Un cartel delante del camino de entrada advertía que se debía conducir con precaución sobre nieve y hielo negro. ¡Al menos eso no fue necesario hoy! Hacía frío, pero el sol brillaba en un cielo azul. Pero el viento azotaba y estábamos contentos de habernos puesto no sólo el jersey sino también la chaqueta.

Durante la siguiente hora y media tuvimos un recorrido fantástico con Patrick, un astrónomo capacitado que conocía su tema. Con un diámetro de once metros, el SALT (Gran Telescopio de Sudáfrica) es el más grande del hemisferio sur. Está financiado por seis países diferentes, cada uno de los cuales tiene derecho a utilizarlo según su contribución. Brigitta y yo también hicimos eso ese día. Menos mal que pospusimos nuestro viaje para otro día. Hubiera sido una pena perderme la gira…

 PS: Si quieres saber más sobre el Observatorio SALT, lee aquí.