El viernes 13 de septiembre de 2014, un día de suerte al contrario de lo que creen los estadounidenses, salimos de Swakopmund a las 10.30 am. Un breve desvío por Nedbank y luego nos dirigimos hacia Walvis Bay. Desde allí seguimos hacia el suroeste a lo largo de los estanques, en los que se encontraban cientos de flamencos rosados.

Un primer punto destacado fue el Cañón de Kuiseb. La pista serpenteaba en muchas curvas hacia el cañón y en otras tantas de regreso a la meseta. De vez en cuando venían hacia nosotros coches con matrículas sudafricanas. Como es costumbre en las pistas, la gente se saluda y hace el signo del pulgar hacia arriba. Todo bien! Así que el viaje continúa a una velocidad de 70 km/h y te encuentras de nuevo solo en la carretera, un largo rastro de polvo se detrás del vehículo.

A última hora de la tarde llegaremos al Rostock Ritz Lodge, donde también se puede acampar. Qué sorpresa cuando llegamos y conocimos a Walter, a quien conocíamos de Swakopmund. ¡Qué alegría volver a vernos! Charlamos y bebimos un rock shandy, la bebida nacional de Namibia, ¡aparte de la cerveza! (A medida que nos acercábamos al albergue, nos encontramos con un camión grande: ¡un camión de cerveza!)