El 26 de julio de 2024 nos levantamos temprano porque teníamos un largo viaje por delante en este viernes soleado. El descapotable estaba aparcado en el aparcamiento subterráneo con la capota bajada, esperándonos.

A las siete giré la llave de contacto y los ocho cilindros empezaron a zumbar. El destino de hoy era Broc, que está a aproximadamente una hora y media de distancia. Pero en el medio hubo un maravilloso paseo por el Simmental y por el paso de Jaun, que tiene sólo 1.500 metros de altura, pero es muy agradable de conducir. Forma la frontera entre la región de Simmental y Gruyere. En numerosas curvas cerradas subimos hasta la cima del puerto y luego en tantas curvas bajamos hasta Jaun.

¿Fue sólo mi imaginación o ya olía a chocolate? Broc, donde Cailler produce el mejor chocolate de Suiza, estaba a sólo diecisiete kilómetros de distancia. ¡Veinte minutos después llegamos al paraíso! Olía divinamente, olía a chocolate y bombones. Olía a seducción y placer.

Por suerte, Brigitta había reservado una visita al Museo Cailler porque había mucha gente: ¡es temporada navideña! Lo mejor quedó para el final: una gran pared llena de tabletas de chocolate y una sala de venta donde compramos varios kilos de chocolate. (No sólo para nosotros sino también para nuestros amigos en Namibia, donde estaremos dentro de cinco semanas…)

PS: Si quieres saber más sobre el Museo Cailler, lee aquí.