
Vines as far as the eye can see!
Desde que visitamos juntos el Piamonte por primera vez hace casi treinta años, nos hemos enamorado de esta zona. El hecho de que en aquel entonces conociéramos a una familia de viticultores fue un motivo más para visitar el Piamonte al menos una vez al año.
En cada visita, los viñedos aparecen con un «vestido» diferente. A principios de la primavera, cuando emergen los cogollos, tienen un aspecto marrón en lugar de verde. A principios del verano, los viñedos se cubren de un verde exuberante. Y en otoño, las uvas cuelgan pesadas y turgentes de las vides. Durante la temporada de cosecha, los viticultores viajan todos los días con sus tractores para llevar el valioso producto a las bodegas y prensarlo allí. Todavía tenemos que visitarnos en invierno, pero entonces estaremos en el hemisferio sur del mundo: ¡en Namibia!
Cualquiera que sea la temporada: el Piamonte siempre merece un viaje. No sólo por el paisaje y los deliciosos vinos sino también por la comida. Pero hablaremos más sobre eso en una fecha posterior…