
Sweet times!
Semana Santa y primavera son mis estaciones favoritas. Y no sólo por los narcisos amarillos y los deliciosos conejitos de Pascua de chocolate que hay sobre la mesa durante estas fechas. Incluso ahora, cuando tengo casi ochenta años, un nido de Pascua debería estar sobre la mesa en esta época del año. Brigitta siempre me escondió el nido en nuestra casa. Pero ahora que el apartamento se ha vuelto más pequeño, probablemente encontraría el nido demasiado rápido…
Todavía recuerdo aquella vez que mi hermano y yo fuimos a buscar la cesta de Pascua a la finca de nuestros abuelos. En una granja hay espacio para cientos de escondites y nuestro tío se divirtió escondiendo los nidos, así que tuvimos que buscarlos durante al menos medio día. Cuando éramos mayores, la búsqueda fue más allá de la finca y se adentró en el bosque que pertenecía a nuestro abuelo. En aquel entonces el GPS no existía y la búsqueda llevó horas.
Qué placer fue cuando, después de una larga búsqueda, encontramos el nido y pudimos arrancarle las orejas al conejito de chocolate de un mordisco. Por la noche había una cena de huevos en la granja. Era una época en la que no sólo los conejos de Pascua sino también las gallinas tenían mucho que hacer. Fue un momento hermoso e inolvidable…