
We share the shade with the weaver birds!
El 19 de noviembre de 2023 llegamos a Keetmanshoop. Poco después del pueblo tomamos un camino de ripio que nos llevó al Campamento de Fósiles de Mesosaurus, a treinta kilómetros de distancia.
Sin embargo, no fuimos a este lugar por los fósiles sino por el bosque de árboles aljaba. Como esa mañana sólo teníamos que recorrer ciento cincuenta kilómetros, llegamos allí al mediodía. Todos los demás no llegaron hasta unas horas más tarde, por una buena razón, ya que aquí hace un calor brutal durante el día.
Sólo hay sombra bajo un gran árbol en el que hay un enorme nido con tejedoras sociales. Estas aves construyen sus nidos hasta que la rama en la que está se rompe y tienen que buscar un nuevo lugar para anidar. Por suerte eso no había sucedido todavía; y así pudimos estacionar a Mahangu debajo del árbol. Pasamos las horas hasta que refrescó y la luz fue mejor para hacer fotografías, a la sombra y mojándonos periódicamente a nosotros y a Orapa con un paño húmedo. Ésta era la única manera de soportar el calor hasta cierto punto.
A las 18:00 horas, los árboles de la aljaba quedaron óptimamente iluminados por el sol poniente. Brigitta se dirigió con su Nikon hacia los extraños árboles que se encontraban a unos cientos de metros de distancia. Me quedé a la sombra con Orapa. Desde allí la vimos trabajar mientras yo disfrutaba de una Windhoek Lager helada y le daba al gatito una compresa fría…
PS: Si quieres saber más, lee aquí.