Salimos de Tsumeb el 14 de diciembre de 2020. Después de sesenta kilómetros llegamos a Grootfontein, que parece tan verde y fértil como Tsumeb. Unos kilómetros más allá se encuentran Tigerquelle, una granja de huéspedes en la que Mäuser, como es su apodo, cultiva hortalizas.

Le preguntamos a nuestro anfitrión por qué el albergue se llama Tigerquelle porque no hay tigres en África. Y eso es lo que escuchamos: «Todo se remonta a un error de traducción de la época colonial hace más de cien años. Los Bóers que se asentaron en el área en ese momento llamaron el área de Tierfontein. Tier significa leopardo en la lengua afrikáans. La fuerza de protección alemana, que se apoderó del área de la granja en ese tiempo, no tradujo en leopardo, sino en tigre. Así es como se nos ocurrió el nombre de Tigerquelle».

Pasamos dos días con Mäuser, comimos excelente (no solo se formó como mecánico de aviones sino también como cocinero) y nos hicimos amigos de Nero, un perro ridgeback que se quedó con nosotros dos días y nos vigiló por la noche.

PS. Mäuser nos preguntó si podíamos llevar algunas cajas de verduras al Riverdance Lodge cerca de Divundu. Ese era nuestro próximo objetivo. Entonces sucedió que hicimos un transporte de verduras a Caprivi Strip.